4 de noviembre de 2011

PARQUE "EL CAPRICHO" MADRID





Cascada en la Ria.




Solo una visita al parque El Capricho, para quedar impactada por la belleza natural que esconde este pequeño rincón en la Alameda de Osuna.La duquesa de Osuna, una de las mujeres más poderosas y cultas de la nobleza en el siglo XVIII, se encaprichó de una antigua casa labriega a las afueras de Madrid, que pertenece al distrito de Barajas.
Casino de baile.

La Duquesa quiso construir una villa de relax donde evadirse de los deberes y compromisos de la Corte a los que estaba obligada ya que fue mecenas de artistas, toreros, e intelectuales de la época.


El Capricho, con una extensión de 14 hectáreas esta considerado como uno de los parques más bellos de la capital y el único que existe en Madrid de estilo Romántico .




El parque alberga una importante riqueza botánica, escultórica y artística.
La entrada nos lleva por el paseo de Duelistas, pasando por La plaza de los Emperadores, donde vemos los bustos de doce emperadores romanos y la Exedra,
el templete de Baco, la fuente de las Ranas y otras muchas esculturas y fuentes que vamos a encontrar durante todo el recorrido.


Son tres tipos de jardines los que encontraremos en este parque. El parterre o jardín francés, con su uniformidad en árboles y setos, justo en frente de la fachada del Palacio.


 El giardino italiano, con majestuosos árboles y setos combinados de tal forma que se puede disfrutar de la hermosa pradera que se extiende debajo de estos, con bancos colocados estratégicamente que invitan al descanso y poder admirar los pinos y álamos centenarios. Observando entre sus ramas con un poco de paciencia podremos contemplar alguna simpática ardilla. 

Por ultimo, el jardín paisajista ingles, este es el de mayor extensión de terreno, aquí la vegetación crece natural y de una forma pintoresca haremos el recorrido por multitud de caminillos trazados que te van introduciendo en una autentica aventura al ir encontrándonos por sorpresa con las distintas construcciones, como la Ermita donde vivió un ermitaño autentico, el Abejero o palacio de las abejas desde cuyo interior se podía ver como trabajaban estas en sus celdas, la Casa Cañas o embarcadero, donde montaban los invitados en falúas y tras un placentero paseo por la pequeña ría, pasando bajo un precioso puente de hierro y un lago con una pequeña isla que tiene una gran cascada de agua en el centro, acompañados todo el recorrido por patos y cisnes, hasta llegar al Casino de Baile donde se celebraban las famosas fiestas que organizaban los Duques. Este bonito edificio esta construido encima de un manantial que alimenta de agua la ría, justo debajo podemos ver la figura de un jabalí.

La Casa de la Vieja es una de las construcciones que representan el mundo rural de la época, tiene un pequeño huerto con distintas hortalizas dependiendo la estación del año.

Calabazas en el huerto.


Hay tanta naturaleza que admirar que es difícil describirla con palabras.
Todo un placer para los sentidos. 


      Rafaela